Significado y Raíz Etimológica

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Significado y Raíz Etimológica

La palabra «llera» designa a un cantinzal, a un lugar cubierto de cantos pétreos o guijarros. Este término viene de la evolución patrimonial del latín «glarèa» (grava o lugar cubierto de grava), vieja voz técnica testimoniada desde Catón (s. III-II a. C.). Parece que esta palabra podría contener la misma raíz que la palabra latina «granum» (grano), sólo que con una disimilación de la sonante (gra- gla-), ante la presencia de un sufijo -ro, mientras granum llevaría un sufijo -no. La voz granum es un vocablo técnico agrícola, cuya raíz es compartida únicamente por otras lenguas itálicas y célticas, y posiblemente bálticas o eslavas, pero que el griego, por ejemplo desconoce al menos con este sentido. Pokorny lo relaciona con la misma raíz indoeuropea ger- (madurar, envejecer, a veces grano), que es la misma a que se vincula la palabra griega «géron» γερών (anciano), pero esto no tiene una aceptación unánime, que granum pueda asociarse a esta misma raíz, es algo muy dudoso.

Se cree del mismo modo, que el originario nombre de «Llera» provenga impuesto por el Condado de Sierra Gorda y caballero de la Orden de Santiago, tan afín a tierras extremeñas. El coronel José de Escandón y Helguera, fue un noble y militar español, fundador y primer gobernador de la provincia del Nuevo Santander en el Virreinato de Nueva España.

Hay certeza de dos municipios españoles que se llaman del mismo nombre, uno el presente extremeño, y el otro situado en Asturias. Cobra cada vez más sentido la teoría de que dicho nombre fuera en honor a su segunda esposa con la que contrajo matrimonio en Querétaro, en 1.737, Doña María de la Llera y Bayas, hija de Don Santiago de la Llera y Rubalcava, regidor perpetuo del Santo Oficio de Querétaro, y Doña Isabel de Bayas y Butrón.

Se cree que el cántabro José de Escandón y Helguera, en 1.715, a los quince años de edad, dejó la península ibérica, en San Juan de la Canal en Soto de la Marina, y se fue a la Nueva España, ingresando como cadete voluntario en la «Compañía de Caballeros Montados y Encomendados de Mérida», en la ciudad de Mérida. Luchó contra los ingleses en la Laguna de Términos y por su valentía, fue ascendido a teniente y enviado a Querétaro. Allí luchó en las guerras contra los apaches. En 1.727 pacificó a los pames, que se habían sublevado en Celaya, y fue ascendido a sargento mayor del regimiento. En 1.732 sometió a los rebeldes en las minas de Guanajuato, y al año siguiente hizo lo mismo en Irapuato. En 1.734 pacificó a 10.000 rebeldes indígenas en San Miguel el Grande. Por estos logros, fue ascendido a coronel, máximo rango militar que alcanzaría en su carrera, y se le asignó como ayudante del capitán general de la Sierra Gorda.

Su vinculación con el municipio de Llera, a pesar de residir originariamente en la ciudad de Mérida, viene precisamente por Francisco, el menor de sus hermanos, un consagrado franciscano que debió de vivir su vida religiosa en el antiguo cenobio existente en la localidad, llamado de Santa Ana y que, a partir de ahí, probablemente se forjaría el núcleo de la villa auspiciada por la Real Orden de Caballeros de Santiago, de la que fue ilustre Maestre, y desde donde era regente desde la denominada «casa de la Encomienda«, probablemente de la misma fecha del descubrimiento de América.